Cuando se funda el convento de Santa Cruz la Real, se utiliza como iglesia el salón del antiguo palacio de la reina Aixa la Horra, a quienes los Reyes Católicos compraron los pagos para establecer el convento dominico. En 1512, es decir, hace ahora 500 años, se comenzaron las obras del nuevo templo, siguiendo el estilo gótico. Tras el inicio de obras, una vez levantados los muros perimetrales, la obra quedo parada hasta 1532 en que se hicieron las bóvedas, incluyéndose ya elementos de gusto romano o renacentista. En opinión de Giménez-Serrano[1] las trazas del templo de Santo Domingo las dio el mismo tracista que el de San Jerónimo, y que incluso, la segunda etapa constructiva fue dirigida por Diego de Siloé, situando su casa en la cercana calle Ballesteros. Sin embargo Gómez Moreno[2] afirma que los elementos romanos son tan torpes que no pueden haber sido obra de Siloé. Sea como fuere, a principios del siglo XVII se le añadió el pórtico, y a finales del mismo siglo en 1660 la cabecera fue redecorada bajo la dirección de Melchor de Aguirre[3] y en el crucero se hizo una gran cúpula que preside desde entonces el granadino barrio del Realejo.
Por estas breves notas podemos apreciar la antigüedad del edificio, los años no han pasado en valde, si bien es cierto que se han hecho arreglos parciales, las cubiertas han llegado a nuestros días en un estado deplorable, llegando en algunos sitios a la ruina. A pesar de que los momentos actuales no sean los mas idóneos para llevar a cabo una obra de estas dimensiones, teniendo en cuenta el estado de ruina general, que no podía garantizar la seguridad del edificio, la Parroquia esta acometiendo el realizar todas las cubiertas nuevas y la restauración exterior de la cúpula, obra que esta realizando la Parroquia y la Orden de Predicadores con sus propios fondos.
Quizá nosotros no podamos hacer mucho para sacar adelante esta gran obra, cuyo coste total es de medio millón de euros, pero si podemos aportar nuestro granito de arena para llevar adelante esta gran obra, para preservar nuestro legado artístico y mantener el edificio donde se le da culto a la copatrona de Granada. Para sufragar los gastos las colectas de las misas del cuarto domingo de cada mes irán destinadas a esta causa. Asimismo quien quiera hacer un donativo puede entregarlo a alguno de los sacerdotes de la parroquia.
[1] José Giménez-Serrano, El viagero en Granada,1846, pag. 316.
[2] Manuel Gómez Moreno, Guía de Granada, 1892, pag. 215, edición fascimil, 1982.
[3] Alejandro Corral y Antonio Rivera, Ntra. Sra. del Rosario, Historia, Arte y Devoción, 2011. Pag. 46