La delegada territorial en Granada de Educación, Cultura y
Deporte, Ana Gámez, junto con la directora general de Bienes Culturales e
Instituciones Museísticas, Elia Maldonado, han presentado la restauración
realizada al camarín e imagen de la Virgen del Rosario en la iglesia de Santo
Domingo en Granada. En el acto, han estado acompañadas por Fr. Antonio Praena,
Director de la Archicofradía del Rosario, Fr. Álvaro Rodado, Párroco de Santo
Domingo y Dña. Rita Martinez, Vicepresidenta de la Real Archicofradía, junto
con otros directivos.
La actuación, que ha supuesto una inversión cercana al
millón y medio de euros, ha permitido no solo la restauración del camarín,
singular espacio del barroco granadino, sino también la recuperación de su
esplendor original.
Los trabajos efectuados en el
camarín se inscriben dentro del programa "Andalucía Barroca 2007" de
la Consejería de Cultura, un programa que -entre sus diversas actividades- ha
supuesto la intervención en algunos de los bienes muebles e inmuebles más
representativos del barroco andaluz, acercando así el arte y la cultura barroca
al conjunto de la sociedad, actualizando e impulsando paralelamente la
investigación cienfítica en este ámbito.
La Consejería de Cultura y
Deporte valora la importancia de dar visibilidad a nuestro patrimonio, saliendo
al territorio, concienciando a la ciudadanía de la importancia de su
conservación y promoviendo su disfrute desde la etapa escolar.
Se ha dado respuesta a las
patologías en la estructura y de conservación mediante una intervención sobre
las cubiertas del camarín así como medidas para garantizar la degradación y
deterioro de los bienes muebles y elementos ornamentales que lo decoran, fruto
todo ello de un minucioso estudio de recuperación patrimonial que ha dado un
espléndido resultado. También se ha efectuado la restauración de la imagen
titular del camarín por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, que ya
fue presentada en público, y que ahora se ha podido reponer en su ubicación
original.
El conjunto del camarín ha
recuperado su lectura original y se ha dotado de la integridad física perdida a
lo largo del tiempo, un aspecto destacado teniendo en cuenta la complejidad
técnica y estética a la que se han tenido que enfrentar los técnicos con la
intervención, como por ejemplo la distinta naturaleza de los materiales que
conforman el camarín con la mezcla de materiales nobles como el mármol con
yesos, pinturas murales o elementos metálicos. En este sentido, el criterio que
se ha adoptado en todo el proceso ha sido el de "mínima
intervención", focalizando la atención en zonas muy concretas del espacio.
Se ha completado el proceso con la colocación de puntos de luz tenues de última
generación, de tipo led, que permiten una lectura simbólica, iconográfica y
alegórica del camarín.