jueves, 30 de noviembre de 2017

Visita del Padre Provincial


El Prior Provincial de la Provincia de Hispania fr. Jesús Díaz Sariego OP ha visitado, junto con su socio, el convento de Santa Cruz la Real de Granada, además de visitar a los frailes de la comunidad, ha visitado las distintas presencias de la Orden en la ciudad, como monjas de clausura, comunidades de vida activa etc.

También ha querido el padre provincial compartir un momento de charla fraterna y amena con los distintos grupos que tienen su sede en la iglesia de Santo Domingo, Archicofradía del Rosario, Dominicos Seglares, Cofradías Penitenciales, Comunidades Neocatecumenales, Caritas, catequesis de primera comunión y pastoral de matrimonios.

El Padre Provincial puso de manifiesto que Granada es una ciudad donde esta muy presente el espíritu dominicano, el gran templo de Santo Domingo, el convento de Santa Cruz, la gran implantación de la devoción al Santo Rosario, las congregaciones de religiosas dominicas, una de ellas fundada en esta ciudad, etc.

Tras hablar cada representante de las actividades propias, se pusieron de manifiesto los retos que se presentan de cara al futuro, y la necesidad de seguir el camino de entendimiento y colaboración entre las diferentes realidades de la parroquia.

El Provincial junto con su socio visitaron el Camarín de la Virgen del Rosario, acompañado por el P. Párroco Fr. Francisco García y varios miembros de la Archicofradía.


El 5 de abril de 1492 se fundó el convento de Santa Cruz la Real y la Archicofradía del Rosario. Desaparecidos los frailes en 1836 a causa de la desamortización, el templo dominico se convirtió en la parroquia de Santa Escolástica, pero no murió el espíritu dominicano en Granada, los tres monasterios de clausura, junto con la congregación de Santo Domingo y la Archicofradía del Rosario guardaron la llama del espíritu de Santo Domingo, hasta que el 2 de enero de 1951 D. José Alonso, coadjutor de Santa Escolástica, terciario dominico y secretario de la Archicofradía del Rosario, entregó las llaves del templo a los frailes dominicos, que desde entonces habitan en Santa Cruz la Real y se encargan del culto del templo y de la Parroquia.