La vinculación de la Beata María Emilia Riquelme y su familia con nuestra Archicofradía, como pudimos recordar en 2019, viene desde mucho antes del nacimiento de la Beata. Su bisabuelo materno, José de Zayas y Fernández de Córdoba, descendiente del Gran Capitán, fue el encargado de comisariar la finalización de las obras del Camarín de la Virgen del Rosario y administrador de los bienes de la Archicofradía, reposando sus restos en la cripta del recinto desde su muerte en 1808. Igualmente, su abuelo materno, Mariano Zayas Fernández de Córdoba, con el cual pasó la infancia la Beata Riquelme, tras quedar huérfana de madre con tan solo siete años, fue también Mayordomo de la Archicofradía. El cargo de Mayordomos también fue ejercido en varias ocasiones por sus tíos y primos maternos, junto a otros familiares.
En noviembre de 2019, la Santísima Virgen del Rosario estuvo presente en la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de la Encarnación durante la Santa Misa de Beatificación de nuestra hermana. La emotiva jornada se vivió con gran devoción en torno a Nuestra Madre y la recién proclamada Beata, acudiendo miles de personas desde diferentes lugares de nuestro país y el mundo donde esta presente la Congregación fundada por la Madre María Emilia.