domingo, 19 de junio de 2011

Himnos Eucarísicos de Santo Tomás de Aquino I

Como prólogo a la festividad del Corpus Christi daremos a conocer los himnos eucarísicos del gran dominico Tomás de Aquino.
       
Santo Tomás de Aquino (1224-1274) ha sido una de las grandes figuras de la Iglesia en todos los tiempos, sus obras teológicas aún hoy son objeto de estudio, pero hay otra obra por la que es conocido, y son los himnos para el oficio de la festividad del Corpus Christi, compuestos por encargo del Papa Urbano IV, que los encargo a Santo Tomás y a San Bueventura, es fama que este último destruyo su obra al leer la de Santo Tomás.

Estos himnos son de una gran altura espiritual, siendo cantados, en diversas versiones musicales desde su creación hasta el día de hoy.



Te adoro con devoción, Dios escondido,
oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
A Ti se somete mi corazón por completo,
y se rinde totalmente al contemplarte.

Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto;
pero basta el oído para creer con firmeza;
creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios:
nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.

En la Cruz se escondía sólo la Divinidad,
pero aquí se esconde también la Humanidad;
sin embargo, creo y confieso ambas cosas,
y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.

No veo las llagas como las vió Tomás
pero confieso que eres mi Dios:
haz que yo crea más y más en Ti,
que en Ti espere y que te ame.

¡Memorial de la muerte del Señor!
Pan vivo que das vida al hombre:
concede a mi alma que de Ti viva
y que siempre saboree tu dulzura.

Señor Jesús, Pelícano bueno,
límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre,
de la que una sola gota puede liberar
de todos los crímenes al mundo entero.

Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego,
que se cumpla lo que tanto ansío:
que al mirar tu rostro cara a cara,
sea yo feliz viendo tu gloria.

Amén.