
Ha pasado un mes, tiempo más que suficiente para hablar, reflexionar, leer, escribir, meditar, y de todo ello, solo puede salir un único pensamiento;
GRACIAS
A todos los que estuvisteis presentes.
A todos los que no os dio miedo manifestar vuestra fe.
A todos los que aguantasteis lo inaguantable por mantener la compostura.
A todos los que habéis elevado una oración por la conversión de esa gente.
A todos los que desde ese día os sentís mas cerca de María, a Jesús por María.
A todos los que habéis visitado a la Virgen del Rosario.
A todos los que creéis que el odio se vence por amor.
A todos los que se desgañitaron la garganta, sin importarle nada, más que la Virgen María.
A todos los que os dolió lo ocurrido.
A todos los que nos habéis dado innumerables muestras de apoyo a través de diversos medios.
A todos por tantas y tantas cosas....
y sobre todo GRACIAS a Dios, por habernos dado el don incomparable de la Fe, por habernos dado valor para demostrar que los cristianos no nos avergonzamos de lo que creemos y vivimos, y gracias por darnos a MARIA, Reina del Rosario, Madre de los Creyentes, Auxilio de los Cristianos, Virgen de Lepanto, Madre Invicta, Reina de la Paz, que ella ruegue siempre a Dios por nosotros.