miércoles, 22 de junio de 2011

Himnos Eucarísticos de Santo Tomás II

Verbun supernum prodiens

El himno Verbum Supernum Prodiens "Verbo que baja de lo alto" es uno de los cinco himnos escritos por Tomás de Aquino a petición del Papa Urbano IV para la liturgia de la solemnidad de Corpus Christi. El Aquinate compuso este himno para las Laudes de la fiesta e incluyó otras oraciones para la Misa y la Liturgia de las Horas.

Tiene seis estrofas. La primera trata de la Encarnación de Jesucristo. En la segunda estrofa se habla de Judas Iscariote que lo traicionó y de cómo Él se entrega a la muerte por sus discípulos. La tercera recuerda La Última Cena donde, según el Evangelio, Jesús dio su cuerpo y su sangre como comida y bebida. En la cuarta recuerda diversos momentos de la vida de Jesús: el nacimiento, el cenáculo, la cruz y el cielo. Las últimas dos estrofas (que comienzan por O Salutaris Hostia) son muy usadas como canto de alabanza a la Eucaristía y son usadas también como himno de exposición tanto en la Iglesia católica como en la anglicana.
Verbum supernum prodiens
Nec Patris linquens dexteram,
Ad opus suum exiens
Venit ad vitae vesperam.
In mortem a discipulo
Suis tradendus æmulis,
Prius in vitæ ferculo
Se tradidit discipulis.
Quibus sub bina specie
Carnem dedit et sanguinem;
Ut duplicis substantiæ
Totum cibaret hominem.
Se nascens dedit socium,
Convescens in edulium,
Se moriens in pretium,
Se regnans dat in præmium.
O salutaris hostia,
Quæ cæli pandis ostium,
Bella premunt hostilia;
Da robur, fer auxilium.
Uni trinoque Domino
Sit sempiterna gloria:
Qui vitam sine termino
Nobis donet in patria.
Amen.
El Verbo que viene desde lo alto
y que no abandona la derecha del Padre,
que sale a (realizar) su obra,
ha venido al atardecer de la vida.
Quien por su discípulo a la muerte
sería entregado a sus enemigos.
Antes como comida de vida,
se entregó a los discípulos.
A ellos, bajo doble especie
dio (su) carne y sangre
para que en esta doble sustancia
se alimentara todo el hombre.
Al nacer se entregó como compañero,
al comer (se entregó) como alimento;
al morir (se entregó) cual precio;
al reinar se da como premio.
Oh, salvadora hostia
que abres la puerta del cielo,
Guerras implacables (nos) oprimen:
da(nos) fuerza, danos auxilio.
Al Señor Uno y Trino
sea gloria eterna.
Que una vida sin término
nos regale en la patria.
Amén


domingo, 19 de junio de 2011

Peregrinacion Jubilar de los Colegios Mulhacen, Vistillas y Virgen del Rosario

El pasado viernes 13 de mayo, festividad de la Virgen de Fátima ganaron la indulgencia plenaria tres centros educativos, a primera hora de la mañana llegaron los alumnos del prestigioso colegio Mulhacen, regentado por el Opus Dei, cuyos alumnos rezarón el Santo Rosario ante la Reina del Rosario.

Mas tarde vinieron los alumnos del Colegio de Santo Domingo (Vistillas) y del Colegio del Rosario, ambos regentados por Dominicas de Santo Domingo, y este último fundado con motivo de la coronación canónica de Ntra. Sra. del Rosario. Se celebró una eucaristía solemne presidida por Fr. Francisco Collantes Iglesias O.P. Con la participación de un grupo de alumnos tan grande que algunos tuvieron que sentarse en el suelo por no haber sitio en los bancos.


Es un gran testimonio en esta época donde se pretende una mal llamada laicidad en los colegios, que tres colegios honren a la Madre de Dios y den a sus alumnos no únicamente opción a participar en actos religiosos como estos, sino una formación cristiana global.

Himnos Eucarísicos de Santo Tomás de Aquino I

Como prólogo a la festividad del Corpus Christi daremos a conocer los himnos eucarísicos del gran dominico Tomás de Aquino.
       
Santo Tomás de Aquino (1224-1274) ha sido una de las grandes figuras de la Iglesia en todos los tiempos, sus obras teológicas aún hoy son objeto de estudio, pero hay otra obra por la que es conocido, y son los himnos para el oficio de la festividad del Corpus Christi, compuestos por encargo del Papa Urbano IV, que los encargo a Santo Tomás y a San Bueventura, es fama que este último destruyo su obra al leer la de Santo Tomás.

Estos himnos son de una gran altura espiritual, siendo cantados, en diversas versiones musicales desde su creación hasta el día de hoy.



Te adoro con devoción, Dios escondido,
oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
A Ti se somete mi corazón por completo,
y se rinde totalmente al contemplarte.

Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto;
pero basta el oído para creer con firmeza;
creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios:
nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.

En la Cruz se escondía sólo la Divinidad,
pero aquí se esconde también la Humanidad;
sin embargo, creo y confieso ambas cosas,
y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.

No veo las llagas como las vió Tomás
pero confieso que eres mi Dios:
haz que yo crea más y más en Ti,
que en Ti espere y que te ame.

¡Memorial de la muerte del Señor!
Pan vivo que das vida al hombre:
concede a mi alma que de Ti viva
y que siempre saboree tu dulzura.

Señor Jesús, Pelícano bueno,
límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre,
de la que una sola gota puede liberar
de todos los crímenes al mundo entero.

Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego,
que se cumpla lo que tanto ansío:
que al mirar tu rostro cara a cara,
sea yo feliz viendo tu gloria.

Amén.

miércoles, 15 de junio de 2011

Gracias


Ha pasado un mes desde la procesión extraordinaria del pasado 15 de Mayo, fue un hecho histórico por muchos motivos, aunque todos tenemos presentes los lamentables hechos acaecidos en contra de la libertad religiosa, si alguien pensó que con esas actitudes deslucirían la procesión, nos daríamos media vuelta, o nos avergonzaríamos de ser nosotros mismos, cristianos, seguidores de Cristo e hijos de María, estaban muy equivocados, la fe, la oración, el amor del pueblo fiel y sencillo, se hizo patente, con mas fuerza que nunca, a pesar de estar abandonados por los poderosos. Todos vivimos un gran milagro, el del amor, el amor nos hizo no responder a las provocaciones e insultos, el de la conteción de esa "gente" cuando paso la imagen, que bien sabe de batallas y luchas, y cobijandonos bajo su manto todo se pudo superar.

Ha pasado un mes, tiempo más que suficiente para hablar, reflexionar, leer, escribir, meditar, y de todo ello, solo puede salir un único pensamiento;

GRACIAS

A todos los que estuvisteis presentes.
A todos los que no os dio miedo manifestar vuestra fe.
A todos los que aguantasteis lo inaguantable por mantener la compostura.
A todos los que habéis elevado una oración por la conversión de esa gente.
A todos los que desde ese día os sentís mas cerca de María, a Jesús por María.
A todos los que habéis visitado a la Virgen del Rosario.

A todos los que creéis que el odio se vence por amor.
A todos los que se desgañitaron la garganta, sin importarle nada, más que la Virgen María.
A todos los que os dolió lo ocurrido.
A todos los que nos habéis dado innumerables muestras de apoyo a través de diversos medios.
A todos por tantas y tantas cosas....

y sobre todo GRACIAS a Dios, por habernos dado el don incomparable de la Fe, por habernos dado valor para demostrar que los cristianos no nos avergonzamos de lo que creemos y vivimos, y gracias por darnos a MARIA, Reina del Rosario, Madre de los Creyentes, Auxilio de los Cristianos, Virgen de Lepanto, Madre Invicta, Reina de la Paz, que ella ruegue siempre a Dios por nosotros.

lunes, 13 de junio de 2011

Nuevo libro del P. Lobato

El martes 14 de junio, a las 19:30h. en el centro cultural Nuevo Inicio, (Curia de la Plaza de Alonso Cano) el Padre Abelardo Lobato O.P. uno de los grandes teologicos de la Iglesia presentará el libro de sus memorias.

El dominico Abelardo Lobato Casado, San Pedro de la Viña (1925), ha sido un claro interlocutor del anterior Pontífice Juan Pablo II. El estudioso y difusor del pensamiento de Santo Tomás de Aquino fundó, junto al entonces cardenal Carol Wojtila, la Sociedad Internacional de Santo Tomás (SITA) en 1976 y el Papa le nombró presidente de esta Academia Pontificia. Tras retirarse se ha trasladado al convento granadino de Santa Cruz la Real, ya que siempre se ha sentido vinculado a Granada.


«Abelardo, haz memoria», es el título de la nueva obra del vidrialés, el dominico Abelardo Lobato Casado, nacido en 1925 en San Pedro de la Viña. Con el lema de Hesíodo: las obras y los días, el padre Lobato recorre su trayectoria por el mundo a través de los escritos dirigidos a sus amigos y conocidos contándoles sus experiencias en su incansable labor de difusión del pensamiento de Santo Tomás de Aquino. El zamorano está considerado como uno de los mayores expertos del mundo en la obra de uno de los padres de la iglesia.


Con la colaboración especial del catedrático de metafísica Eudaldo Forment, la editorial cultural y espiritual popular, Edicep, saca a la luz una obra decisiva para conocer la historia reciente del tomismo en todo el mundo. El padre Lobato junto Forment hacían la presentación de la obra en el salón de actos de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad CEU San Pablo, en Madrid, el pasado 7 de marzo coincidiendo con el aniversario del fallecimiento del Doctor Angélico. El ensayo del doctor Lobato no es un libro de memorias, sino un «memorial», según refiere Edualdo Forment al decir del dominico, filósofo, teólogo y escritor nacido al amparo del santuario vidrialés de la Virgen del Campo.


En uno de los relatos que el padre Lobato enviaba a sus amigos, al que daba el título genérico de «las obras y los días», tomando el título del poema griego escrito por Hesíodo, hace unos dos mil setecientos años, escribía: «Ulises tiene su Odisea, dejó Ítaca y se dio a la navegación por el mar de las culturas. Yo lo imito bastante, pero en este tiempo del primer verano del tercer milenio lo he seguido más de cerca, haciendo del caminar el camino, experimentando que no sólo el camino es difícil, sino que lo difícil es en verdad el camino de la vida. Me he convertido en auténtico viajero: a pie y a caballo, en auto y en tren, en nave y en avión, usando todos los medios del transporte actual, por tierra, mar y aire, más allá del Mediterráneo, y de las columnas de Hércules, por el Atlántico y el Pacífico, en el viejo y el nuevo mundo, en los dos hemisferios terrestres y en el mismísimo Ecuador, y he sentido anhelos de volar a la Luna y a Marte... Quien me diera alas como de paloma... y volaré ».


El doctor Abelardo Lobato ha publicado más de cuarenta libros. Numerosos artículos dedicados a estudios tomistas, sobre historia del pensamiento, sobre metafísica y antropología, sobre filosofía social y política. Ha dirigido varios cursos universitarios e impartido conferencias por todo el mundo. Doctor en Filosofía por el Angelicun de Roma, maestro en Sagrada Teología, título máximo de la Orden de predicadores, catedrático en varias Universidades, doctor honoris causa por la Universidad Católica de Murcia, fundador del Instituto Fray Bartolomé de las Casas, de Sevilla, del Instituto Santo Tomás de Roma, delegado del Vaticano en el Consejo de Europa para los Derechos Humanos y Miembro del Comité Directeur des Droits de L´homme (CDDH) de Estrasburgo. Miembro de la Pontificia Academia Romana de Santo Tomás, fue rector de Teología en Lugano. Fue nombrado por Juan Pablo II Presidente de la Academia romana de Santo Tomás y ha sido promotor y director desde su fundación en 1976 de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino (SITA).