jueves, 27 de septiembre de 2012

Un nuevo paso para la Virgen del Rosario


Como es sabido este año la Real Archicofradía del Rosario cambia la forma de portar el paso de la Copatrona de Granada, adoptando el costal. El paso que se ha venido usando hasta ahora, aparte de ser una amalgama de materiales y estilos, no se adecuaba a las nuevas necesidades. Por lo que a la vez que se estudiaba el cambio a costal, se ha estudiado la idea de la realización de un nuevo paso, teniendo en cuenta tres pilares fundamentales, que sea una obra verdaderamente artística, que sea adecuado para la categoría de la imagen y que no supusiera un gasto desorbitado de acuerdo a las circunstancias presentes.

Vista de los Talleres "HIJOS DE ESTEBAN JIMENEZ"
Tras un estudio riguroso se decidió que el proyecto debía incluir dos elementos patrimoniales de la Archicofradía, la peana existente, obra de Eduardo Espinosa Cuadros realizada en 1926, y unos respiraderos obra de Nicolás Prados, procedentes de la carroza utilizada el día de la coronación. De este modo se ha puesto en valor un patrimonio de gran calidad ya existente, con estilo propiamente granadino y obra de reconocidos artistas.

Ambas piezas, convenientemente restauradas, se enriquecen con elementos nuevos, esquinas, cartelas, molduras y demás, realizadas siguiendo el mismo estilo que lo existente. Para realizar esta obra de restauración y puesta en valor se ha elegido a los talleres de ebanistería religiosa “Hijos de Esteban Jiménez” de la ciudad de Baza, artesanos de gran calidad artística y conocedores de las técnicas de talla de los pasos tradicionales granadinos. El proyecto artístico ha sido obra de Juan Manuel Patón Crespo, vocal de patrimonio de la Archicofradía del Rosario y Licenciado en Bellas Artes.

Proceso de estucado
Este año, se estrenaran los respiraderos, ya restaurados, las esquinas, las cartelas y las molduras que aparecerán ya estucadas. La ejecución de la nueva parihuela ha corrido a cargo de los Talleres de Juan García de la Rambla (Córdoba). Asimismo se estrenan nuevos faldones que en sucesivas fases volverán a recordar a los primitivos faldones de damasco que el trono de la Virgen poseía.  Para sucesivas fases, quedarían el programa iconográfico del paso, maniquetas, guardabrisas y la restauración de la peana, así como el dorado de toda la obra.

De esta manera, aparte de crearse un armónico conjunto, se ponen en valor elementos patrimoniales que insertan la obra dentro de la tradición artística de nuestra ciudad.