La Archicofradía atesora un legado patrimonial que es fruto de la devoción y el cariño de muchas generaciones de granadinos que han pertenecido a la hermandad. Sin duda, el mayor tesoro que posee la cofradía es el ser depositaria y custodia de la devoción por el Rosario y la Santísima Virgen del Rosario Coronada, Copatrona de Granada y Patrona del Realejo. En torno a estos pilares fundamentales, se ha ido conformando durante siglos una pequeña colección de obras artísticas creados para el Culto y la reverencia del Señor y su Madre Santísima por los principales autores granadinos de cada época.
Todas estas grandes firmas del arte granadino son reflejo de los más de cinco siglos de devoción e historia que la Archicofradía del Rosario tiene obligación de custodiar, principalmente, para que sigan cumpliendo el cometido para el que fueron realizadas. En caso de no poder cumplir esa funcionalidad para las que fueron concebidas, su conservación es fundamental para la delectación de los archicofrades del futuro, y por supuesto, para el de todos los granadinos que aman a la Iglesia, el Arte y su Historia.
Además de todo esto, existe también un patrimonio inmaterial que se ha mantenido a lo largo de los siglos, como son la celebración de la Fiesta de la Candelaria, la recientemente recuperada Fiesta de la Rosa o el repique de la Campana de la Torre de la Vela el 7 de octubre. Estas tradiciones tienen su origen en el siglo XVI, y desde entonces, se han venido celebrando ininterrumpidamente. A este patrimonio inmaterial se podrían añadir muchas otras costumbres propias de las Cofradías del Rosario, que por desgracia se han dejado de celebrar, pero aun así, también son testigos patrimoniales que constan documentalmente en el Archivo Histórico de la Archicofradía y los archivos de otras instituciones.